La Bíblia
Creemos que la Santa Biblia fue escrita por hombres divinamente inspirados ( 2ª Pedro 1: 21), y que es el fundamento perfecto de instrucción celestial ( 2ª Timoteo 3: 16 y 17) Que tiene por autor a Dios, por objeto la salvación de los pecadores y por contenido la verdad sin mezcla alguna de error (Proverbios 30: 5 y 6). Es la segura, suficiente y única regla de todo asunto de fe y practica.
Creemos que los únicos libros inspirados por Dios, son los (66) que forman parte del canon, Antiguo y Nuevo testamento.
“La Santa Escritura es la única regla suficiente, segura e infalible de todo conocimiento, fe y obediencia salvadoras.(1) Aunque la luz de la naturaleza y las obras de la creación y de la providencia manifiestan de tal manera la bondad, sabiduría y poder de Dios que dejan a los hombres sin excusa,(2) no son, sin embargo, suficientes para dar aquel conocimiento de Dios y de su voluntad que es necesario para la salvación.(3) Por tanto, agradó al Señor, en distintas épocas y de diversas maneras, revelarse a sí mismo y declarar su voluntad a su Iglesia;(4) y posteriormente, para conservar y propagar mejor la verdad y para un establecimiento y consuelo más seguro de la iglesia contra la corrupción de la carne y la malicia de Satanás y del mundo, le agradó poner por escrito esa revelación en su totalidad, lo cual hace a las Santas Escrituras muy necesarias,(5) habiendo cesado ya aquellas maneras anteriores por las cuales Dios reveló su voluntad a su pueblo.”(6)
1) 2 Ti. 3: 15-17; Is. 8:20; Lc. 16:29,31; Ef. 2:20
2) Ro. 1:19-21,32; Ro. 2:12a, 14, 15; Sal.19:1-3
3) Sal. 19:1-3 con vv. 7-11: Ro. 1:19-21; 2:12ª,
14,15 con 1:16,17 y 3:21.
4) He. 1:1,2
5) Pr. 22:19-21; Lc. 1:1-4; 2 P. 1:12-15; 3:1; Dt.
1 Co. 15:1;2 Ts. 2:1,2,15; 3.17; Ro. 1:8-15; Gá.
4:2o; 6.11; 1 Ti. 3:14ss.; Ap. 1:9,19, 2:1, etc.; Ro. 15:4; 2P. 1:19-21
6) He.1:1,2ª; Hch. 1:21,22; 1 Co. 9:1; 15:7,8; Ef.2:20.
“Los libros comúnmente llamados Apócrifos, no siendo de inspiración divida, no forman parte del canon o regla de la Escritura y, por tanto, no tienen autoridad para la iglesia de Dios, ni deben aceptarse ni usarse excepto de la misma manera que otros escritos humanos.”(1)
1) Lc. 24.27,44; Ro. 3,2
“La autoridad de la Santa Escrituras, por la que ésta debe ser creída, no depende del testimonio de ningún hombre o iglesia ,(1) sino enteramente de Dios (quien es la verdad misma), del autor de ella; por tanto, debe ser recibida porque es la Palabra de Dios.”(2)
1) 1 Lc. 16:27-31; Gá. 1:8,9; Ef. 2:20
2) 2 Ti. 3:15; Ro. 1:2; 3:2; Hch. 2:16; 4:25; Mt. 13:35; Ro. 9:17; Gá. 3:8; Ro. 15:4; 1Co. 10.11; Mt 22:32; Lc. 16:17; Mt. 22;41ss; Jn. 10:35; Gá. 3:16;Hch. 1:16; 2:24ss; 13:34,35; Jn. 19:34-36; 19:24; Lc. 22:37; Mt.26:54; Jn. 13:18; 2Ti. 3:16; 2P. 1:19-21; Mt.5:17,18; 4:1-11
“El juez supremo, por el que deben decidirse todas las controversias religiosas, y por el que deben examinarse todos los decretos de concilios, las opiniones de autores antiguos, las doctrinas de hombres y espíritus particulares, y cuya sentencia debemos atacar, no puede ser otro sino la Santa Escritura entregada por el espíritu. A dicha Escritura así entregada, se reduce nuestra fe en última instancia.”(1)
1). Mt. 22:29; Hch. 28:23-25
Confesión Bautista de la Fe; Editorial Peregrino, 1997. Pág. 27,28 y 30.
“La Biblia, entonces, es el mensaje de Dios transmitido por agencia humana.
La Biblia no tiene su origen en la vida del hombre, sino que fue enviada de Dios para resolver las necesidades de la vida del hombre.
¿Es la Biblia un libro humano o un libro divino?. Es ambas cosas. Fue escrita por hombres inspirados por Dios. Su mensaje vino de Dios, pero el uso a los escritores bíblicos para comunicar ese mensaje a los hombres. Y al escribir ese mensaje, cada escritor fue libre. El escritor no perdió su individualidad. El hombre fue libre sin perder su individualidad, como si Dios nada hubiera tenido que ver con la entrega del homenaje y con su reducción a la forma escrita. Cada escritor tiene su propio estilo y su modo particular de pensar. El dice las cosas a su propia manera”.
Doctrina Cristiana. Walter Thomas Conner, Pág. 52.
Casa Bautista de Publicaciones.