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EL SÁBADO

Creemos que las Sagradas Escrituras enseñan que el sábado es el día de descanso, que fue creado para el hombre (Marcos 2:27). Que fue el mismo Cristo su creador (Juan 1.39), que lo bendijo y lo santificó (Génesis 2:1 al 3). Que el sábado forma parte del decálogo (4º mandamiento) (Éxodo 20:8 al 11; Santiago 2:10 al 12). Y que el creyente debe dedicar el día del Señor (Mateo 12:8) a su vida espiritual sin la carga del trabajo del resto de la semana (Isaías 58:13 y 14).

 

En Génesis 2:1-3 se nos informa que al terminar la creación del mundo, Dios bendijo y santificó el séptimo día. Recordemos que “santificar” quiere decir “apartar para un uso sagrado”. No exístía, entonces, Judíos ni otras razas, sino solamente Adán y Eva. Por lo tanto, originalmente el Sábado se hizo para el hombre. El Sábado no es una institución judía, porque fue establecido 2.300 años antes que existiera un solo judío. La Biblia nunca lo llama el Sábado judío, sino siempre “el Sábado del Señor tu Dios”.

 

“Jesús guardó el sábado, Lucas 4. 16. No se encuentra ningún indicio en los evangelios que nos haga suponer que Él tuviese La intención de abolir el día de reposo o cambiarlo por otro. Sin embargo, si se preocupo en despejar toda la tradición humana, toda la carga que el pueblo de Israel había colocado sobre el sábado, 5:8 y 9; Mateo 12:1 al 14. Dejando siempre bien claro, que Él es el Señor del sábado, puesto que Él lo había creado Juan 1:1 al 3”.

 

 

El asunto en conflicto no era el sábado, sino la correcta manera de observarlo:

 

                   1- Jesús, liberó al sábado de las “restricciones rabínicas”, y las “tradiciones de los                                  hombres”. Además de la Ley, los judíos acumularon una “Ley oral” voluminosa, “la                            tradición de los ancianos” (Mc. 7:5-13; Gá. 1:14; Col. 2:8), que finalmente se codificó                          en el Talmud.

                   2- Jesús elevó al sábado a su legítima posición, como un día de felicidad, de alegría y                            deservicio dedicado a la adoración a Dios (Isa. 66:23; Sal. 118:24; Mat. 12:12; 24:20).

                   3- Jesús, no revocó ni anuló el sábado cuando lo despojó de las acumulaciones de las                          cargas insoportables y de las restricciones rabínicas (Mat. 5:17-20).

                   4- Jesús consideraba los actos de caridad compatibles con la santidad del sábado:                               “Misericordia quiero y no sacrificios” (Mateo 12:7); “está permitido hacer el bien en                              sábado” (Mateo 12:12).

                   5- Aún la oración, el ayuno y la limosna fueron redefinidos por Jesús (Mateo 6:1-18), y                          otros mandatos (Juan 8:1-11).

 

“La intención de Jesús sobre el sábado, se aprecia claramente, cuando en el gran discurso profético, y hablando de la destrucción de Jerusalén, (Que ocurriría en el año 70 después de Cristo), les dice: “Orad para que vuestra huida no sea ni en invierno ni en sábado” Mateo 24:20

Auguste Eschenauer Pastor Reformado.

 

“No existe un mandamiento en la Biblia que ordena observar el domingo como día de descanso... ¿Por qué se guarda el domingo?... El séptimo día no es el primero... si me decís: lo previsto para el sábado es transferido al domingo, entones os desafío a demostrarme un solo pasaje, una sola palabra de la Biblia que lo apruebe”.

H. Bielenberg. Reverendo Luterano.

 

“Para los discípulos de Cristo, el reposo dominical no es una institución divina”.

Jules Bovon. Teólogo Evangélico.

 

“Jesús espiritualizó la observancia del sábado al completarla y despojarla de todo lo que tenía de estrecho, de rígido y de formalista”.

Auguste Eschenauer. Pastor Reformado.

 

“El sábado se menciona 58 veces en el Nuevo Testamento, siempre con su carácter especifico de día sagrado, del reposo, del culto y de las obras de misericordia”.

Abram Lewis. Pastor Bautista del séptimo Día

 

“El gran Maestro, jamás declaró que el sábado fuese una ordenanza ceremonial que tenía que cesar con el ritual mosaico”.

William Killer. Pastor Presbiteriano.

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