El día del Señor, ¿sábado o domingo?
“Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo; No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho violador de la ley.” Santiago 2: 10 y 11
Aún leyendo textos como este, que nos muestran claramente que no podemos quitar uno solo de los 10 mandamientos de Dios (Éxodo 20), que no podemos por nuestras tradiciones guardar otro día que no sea el Sábado del Señor (Mateo 12: 8). La cristiandad se empeña en hacernos creer, que el día del Señor es el domingo, que Cristo quitó el Sábado de la ley, que se guarda el domingo como recordatorio de su resurrección y que el que guarde hoy el Sábado, está guardando el día de los judíos. Estudiaremos a continuación este importante tema a la luz de la Palabra de Dios y acudiremos a testimonios de teólogos y escritores católicos y protestantes.
Desde el principio
No hay institución más antigua que la del sábado, el Creador, después de completar su obra en seis días, sin estar cansado, crea el séptimo día, el día de reposo. Fue tan importante para Él, que no se limitó a crear y descansar el séptimo día (Sábado), sino que además LO BENDIJO Y LO SANTIFICÓ (Génesis 2: 1 a 3). Según el diccionario de la Real Academia Española, BENDITO: Dichoso, bienaventurado. SANTIFICAR: Hacer algo Santo, apartar para Dios.
Leyendo Génesis 26: 5, comprobamos que los patriarcas (en este caso Abraham) conocían las leyes de Dios y por su puesto el sábado.
“Según todos los indicios, no es una institución mosaica, en el sentido de que Moisés fuera el primero en prescribir la celebración del séptimo día, al contrario, la arqueología bíblica muestra casi hasta la evidencia, con argumentos que no vamos a enumerar aquí, que Moisés ya encontró como práctica usual en su pueblo, la celebración del sábado, y él con su legislación no hizo más que reglamentarla en forma definitiva”.
Franz Heiarich Reusch, Teólogo Católico
Otra prueba que muestra que el sábado fue guardado antes de plasmarlo el las tablas de piedra y darlo a Moisés, la encontramos en el libro de Éxodo y en el capítulo 16, donde Dios da el Maná: Lo recogen diariamente V.4, el sexto día lo recogerán doble V.5, el sábado, reposo consagrado al Eterno, no bajará maná V.23 a 26. Así, el pueblo reposó el séptimo día V.30.
“Ocurre con el sábado, lo mismo que con el matrimonio, instituido casi al mismo tiempo que el sábado, desde el paraíso, y que se convierte en Israel en un acto jurídico regulado por el código y sobre el cual velan los tribunales. Sabido es el rigor con el que se prohibía en Israel todo tipo de trabajo en sábado, y el castigo que se aplicaba a los violadores; La muerte. Por ese enérgico medio, durante los largos siglos de reinado del paganismo sobre la tierra, la institución sabática fue conservada para la humanidad, hasta el día en que pudo ser presentada de una forma más libre y más semejante a su primitivo carácter”.
Edouard Godet, Teólogo Evangélico.
Luego vamos encontrando en los profetas el llamado de Dios una y otra vez, amonestando e invitando a su pueblo a guardar y respetar su santo día. Isaías, por ejemplo, nos hace una invitación, Isaías 56: 1 al 8, luego nos amonesta para guardar el sábado como a Dios le gusta, Isaías 58: 12 al 14, y concluye, diciéndonos que el sábado se guardará por la eternidad, Isaías 66: 22 y 23. Luego Jeremías lanza una amenaza con la destrucción de La Santa Ciudad, a causa de la violación del sábado. Al mismo tiempo hace grandes promesas, a quien guarda su SANTO DÍA, Jeremías 17: 21 al 27.
“Podríamos sorprendernos de que el profeta (Jeremías), atribuyera toda la ruina de los israelitas a la violación del sábado, si no supiéramos que esto conducía al descuido de los sacrificios, las ordenanzas de la religión y todo el culto público, lo que necesariamente tenía que conducir a la inmoralidad. Este quebrantamiento del día de reposo precipitó sobre ellos toda las aguas de la ira de Dios”.
Adam Clarke, Teólogo Metodista.
Ezequiel nos habla del sábado como una señal puesta por Dios, entre Él y su pueblo, Ezequiel 20: 12 y 20, haciendo reproches a quien lo profana, Ezequiel 23: 38.
“El sábado, una señal: Era una señal (...) de que el Eterno los santificaba, a saber, por el reposo del sábado, que debía refrigerar y exaltar su espíritu y ofrecer a Israel un anticipo del reposo total, que el pueblo de Dios debe finalmente alcanzar”.
Friedrich Keil, Exegeta Luterano.
En el Nuevo Testamento
Tenemos que empezar diciendo, que el Nuevo Testamento no es una ley, pues la ley tiene su base y fundamento en el Antiguo Testamento. El Nuevo eliminó del Antiguo, todo lo que era caduco, leyes ceremoniales y civiles que Cristo clavó en la cruz, Colosenses 2: 14, pero dejó todo lo que es eterno, entre lo que se encuentra, la ley moral o Diez Mandamientos, Éxodo 20; Romanos 7:7.
Los 10 Mandamientos en El Nuevo Testamento
Nuevo Testamento
1ª Corintios 8: 5 y 6
1ª Corintios 6:9
1ª Timoteo 1: 13 y 20
Hechos 13: 44 – 18: 4
Efesios 6: 1 y 2
Romanos 13. 9
Santiago 2: 11
Romanos 13: 9
Apocalipsis 21:27
1ª Timoteo 6: 9
Éxodo 20
No adorar otros dioses
Abstenerse de ídolos:
No blasfemar:
Guardar el sábado:
Honrar a los padres:
No matar:
No cometer adulterio:
No hurtar:
No levantar falso testimonio
No codiciar:
Estos 10 mandamientos, como bien dijo Jesús, se resumen en 2: Amarás a Dios sobre todas las cosas (los 4 primeros), y al prójimo, como a ti mismo, (los 6 restantes), pero ninguno queda abolido, Mateo 22: 37 al 40 – Santiago 2: 10 al 12.
“El sábado es mencionado 58 veces en el Nuevo Testamento, siempre con su carácter especifico de día sagrado, de reposo, del culto y de las obras de misericordia”.
Abram Lewis, Pastor Bautista del 7º Día.
“El Señor y sus apóstoles distinguieron, honraron y solemnizaron el día de reposo”.
Emilie Guers, Pastor Evangélico.
“Jesucristo, por la suprema pureza de su carácter, por su completo abandono a la voluntad divina, por la incomparable perfección de su obediencia, y por la plenitud sobreabundante de su caridad, es la ley personificada. Quien contempla a Jesucristo, contempla la ley, quien vive en Jesucristo, vive en la ley, está con la ley”.
Alexandre Vinet, Teólogo Evangélico.
Jesús guardó el sábado, Lucas 4: 16. No se encuentra ningún indicio en los evangelios, que nos haga suponer que Él tuviese la intención de abolir el día de reposo o cambiarlo por otro. Sin embargo, si se preocupó en despejar toda la tradición humana, toda la carga que el pueblo de Israel había colocado sobre el sábado, Juan 5: 8 y 9 – Mateo 12: 1 al 14, dejando siempre bien claro, que Él es el Señor del sábado, puesto que Él lo había creado, Juan 1: 1 al 3. La intención futura de Jesús con respecto al sábado, se aprecia claramente, cuando en el gran discurso profético y hablando de la destrucción de Jerusalén, (que ocurriría en el año 70 después de Cristo), les dice: “Orad, para que vuestra huida no sea ni en invierno ni en sábado” Mateo 24: 20.
“Jesús espiritualizó la observancia del sábado al completarla y al despojarla de todo lo que tenía de estrecho, de rígido y de formalista”.
Auguste Eschenauer, Pastor Reformado.
“El gran Maestro, jamás declaró que el sábado fuese una ordenanza ceremonial que tenía que cesar con el ritual mosaico”.
William Killer, Pastor Presbiteriano.
“Es el sábado de los fariseos el que Jesús condenó,
y no el de las dos tablas”.
Ireneo (130 – 202), Obispo de Lyón.
La teología de Pablo con respecto a la ley, ha sido siempre motivo de estudio; el mismo apóstol Pedro, hablando de Pablo comenta que en sus epístolas hay cosas difíciles de entender, 2ª Pedro 3. 15 y 16. La intención del apóstol de los gentiles, fue dejar bien claro, que ya no estamos en la dispensación de la ley, que nadie se puede salvar guardando la ley, Romanos 3: 20, que la única forma que existe para salvarnos, es de PURA GRACIA (regalo que no merecemos), por medio de la FE, Efesios 2: 1 al 10. Esto no quiere decir, que estén abolidos los 10 mandamientos, porque después de ser salvos, POR GRACIA, POR MEDIO DE LA FE, Pablo nos dice:
“¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley” Romanos 3: 31. “De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno”. Romanos 7: 12.
Que Pablo guardaba el sábado es evidente, el relato histórico de Hechos de los Apóstoles así lo prueba: Hechos 13: 13 , 14 y 44 – 16: 13 – 18: 14.
“Sin duda, los días de los que aquí se trata (Gálatas 4: 10), son los de las fiestas judías. Había varios días de éstos; además de los que el Antiguo Testamento había establecido, los judíos habían añadido muchos otros, para conmemorar la destrucción y la reconstrucción del templo, así como otros acontecimientos importantes de su historia. No es razonable suponer que el apóstol hiciera alusión al sábado propiamente dicho, puesto que formaba parte del decálogo, que fue observado por el Salvador, así como por los apóstoles”.
Arbert Barnes, Exegeta Presbiteriano.
“Uno no puede sustraerse a la impresión de que Pablo escogió (Hablando de Gálatas 4: 10 y Colosenses 2: 16) términos que podían aplicarse tanto al paganismo como al judaísmo, con el propósito de demostrar que la adopción del judaísmo era realmente un regreso a usos análogos, la observancia de tiempos sagrados, años, meses, semanas y días”.
Henry Lagrange, Escritor Dominico.
El cambio del sábado al domingo
Aún quedan personas que creen que el sábado fue abolido en el tiempo de los apóstoles, dando como argumento el hecho de que ninguno lo menciona. Y es precisamente el hecho de que no se mencione, el mejor argumento para demostrar que no fue abolido. El sábado era tan importante para ellos, que ni se les pasó por la cabeza poder quitarlo o cambiarlo por otro. Sin embargo, no ocurre lo mismo, por ejemplo, con la circuncisión, 1ª Corintios 7:19.
Algunos ejemplos de lo que eruditos, católicos y protestantes, han escrito sobre el sábado y el cambio al domingo.
“Por su puesto, la Iglesia católica pretende que el cambio (del sábado al domingo) fue hecho por ella. Y ese acto es una marca de su poder y autoridad eclesiásticos en los asuntos religiosos”.
C.F. Thomas. Canciller del Cardenal Gibbons, Iglesia Católica.
“Si se pudiese establecer que el reposo sabático no debe ser observado el primer día de la semana, se deduciría de ello, no que quedaríamos libres de la obligación del reposo sabático, sino que deberíamos santificarlo en el día primitivamente fijado. Este deber habría venido impuesto a toda la posterioridad de Adán hasta el fin del tiempo”.
Roberto Haldane, Evangelista Presbiteriano.
“No existe un mandamiento en la Biblia que ordena observar el domingo como día de descanso... ¿Por qué se guarda el domingo?... El séptimo día no es el primero... si me decís: lo previsto para el sábado es transferido al domingo, entonces os desafío a mostrarme un solo pasaje, una sola palabra de la Biblia que lo pruebe”.
H. Bielenberg, Reverendo Luterano.
“El que el día haya sido cambiado del séptimo al primero por alguna autoridad competente, no ha sido probado ni puede serlo... No existe ni la más mínima evidencia de que nuestro Señor o sus discípulos respetaran o enseñaran a otros a respetar el primer día de la semana. Cambio de día-,¿Cómo puede alguien suponer que los apóstoles habrían tomado sobre sí la responsabilidad de hacer el cambio”.
Reverendo fraser, Presbiteriano.
“La festividad del domingo, como todas las demás fiestas, no han sido nunca más que una ordenanza humana; los apóstoles no tuvieron en absoluto la intención de establecerla sobre un mandamiento divino, ni ellos ni la iglesia apostólica pensaron en transferir las leyes del sábado al domingo”.
Johann Neander, Historiador Evangélico
“La Iglesia Católica, más de mil años antes de la existencia de un sólo protestante, en virtud de su misión divina, cambió el día del sábado al domingo”.
Catholic Mirror. Revista Católica Norteamaricana. Septiembre de 1893.
“Para los discípulos de Cristo, el reposo dominical no es una institución divina”.
Jules Bovon, Teólogo Evangélico.
El cambio del sábado al domingo, no fue, como hemos visto, ni realizado por Cristo ni por los apóstoles; fue un proceso que empezó en el siglo II; estableciéndose el domingo como día de descanso cristiano, en el siglo IV.
“Ya en el segundo siglo, el principal día de culto y de la celebración de la eucaristía, era el domingo, y el motivo dado fue que este primer día de la semana (el día del Señor), Cristo había sido levantado de entre los muertos. Al elegir este día en vez del sábado judaico (aunque durante algunos siglos muchos cristianos celebraban el séptimo día, o el sábado) o en vez del viernes, el día de la crucifixión del Señor...”.
Kenneth Scott Latourette. Historia del Cristianismo, Tomo 1, Pág. 251. CBP
“Por esta época (siglo IV) ya Constantino había abierto las puertas a los cristianos para acceder a los más altos cargos de la administración: Consulado, prefectura de Roma y prefectura del pretorio. Entonces se estableció el DOMINGO como día obligatorio de reposo de todo el Imperio y los cristianos cambiaron desde el SABADO al día siguiente el horario de sus cultos...”.
Vila y Santamaría. Enciclopedia Ilustrada de Historia de La Iglesia. Pág. 61, Clie.
“Constantino fijo el domingo como día de descanso y culto (321); favoreció imperialmente al cristianismo; promovió la construcción de iglesias... El mayor peligro lo constituyó la prosperidad de la iglesia. Esta época abrió el camino a la corrupción eclesiástica, que habría de sobrevenir en las posteriores épocas oscuras. En lugar de separarse del paganismo, la iglesia imperial se acomodó a él”.
Unger. El Mensaje de la Biblia. Editorial. Moody, Pag. 926.
“Los gentiles eran idólatras, adoradores del sol, el domingo era su día más sagrado. Así que, para alcanzar a la gente en ese nuevo campo, parecía natural y necesario a la vez, adoptar el domingo como día de reposo para la Iglesia. En aquel momento era necesario que la Iglesia adoptara el día de los gentiles, o bien llevar a estos a que cambiasen el día. Cambiar el día de gentiles hubiese constituido una injuria y una piedra de tropiezo. La Iglesia podía alcanzarlos mejor observando su día”.
Frederick William. Three Prophetical days: or Sunday the Christian’s Sabbath, Clyd, 1900, Pags. 169, 170.
Aunque siempre hubieron grupos que siguieron guardando el sábado, lo cierto es que en el siglo IV, puesto por los hombres, no por Dios, el día oficial era el domingo.
La Iglesia Católica, no sólo cayó en esta importante doctrina, sino que fue cayendo paulatinamente en otras muchas. Aunque siempre hubieron personas y grupos luchando contra esta gran apostasía, manteniendo vivo el Evangelio de Jesucristo, sufriendo durante muchos siglos, persecución y muerte.
Hasta que en el siglo XVI, se enciende una luz, que iría creciendo hasta el XVII. Surgen las grandes reformas: Lutero, Calvino y otros, empiezan a sacar doctrinas de la Biblia, que estaban totalmente en la oscuridad: La Biblia sóla (sin tradiciones ni añadidos). La Salvación sólo por gracia por medio de la fe (sin Obras). El Bautismo sólo para adultos creyentes (no a los niños) entre otras.
En el año 1650, se abre una nueva iglesia, un pequeño grupo de bautistas en Inglaterra, levanta la voz para proclamar otra verdad bíblica que había sido olvidada, el día de reposo cristiano, el día que Dios había bendecido y santificado. Porque el hijo del hombre es Señor de sábado (Mateo 12: 8).
La Iglesia oficial había anulado dos de los Diez Mandamientos, el segundo y el cuarto; a partir de entonces, ya estaban restaurados y puestos en su lugar (Santiago 2: 10 al 12).
“Ni en la Escritura ni en la tradición hay rastro de una intervención directa, explicita de Dios, que declare la sustitución del sábado por el domingo”.
Gabriel Jacquemet. Catholicisme, Paris, 1952, t. 3, col. 819.
Los dos textos
Estudiemos a continuación, los dos textos que hacen alusión a reunirse en domingo: Hechos 20: 7 y 1 Corintios 16: 2
“El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir el día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche”.
Hechos 20: 7
¿Demuestra este texto, que los cristianos del primer siglo, guardaban el domingo como día de reposo? Por su puesto que no.
La reunión en Troas fue ocasional, una despedida para Pablo, que puede ocurrir cualquier día de la semana. Hay que recordar también que, el pan (Hechos 2: 46) lo partían todos los días.
Lo mas probable, es que dicha reunión se hiciera el sábado por la tarde, siguiendo el computo bíblico, así lo aseguran comentaristas bíblicos como: Joli S. Howson y William Conybeare. Y Pablo saldría de viaje el primer día de la semana (domingo) por la mañana.
Lucas Relata este evento, por dos motivos, y ninguno de ellos es para decirnos que hacían sus cultos los domingos: 1) Fue una despedida a Pablo, y 2) El milagro al joven Eutíco, comos vemos en los versículos del 9 al 12.
“Podemos preguntarnos si Pablo retrasó su viaje porque quería celebrar aun la cena con esta comunidad, o si esta asamblea tuvo lugar (que podía haber tenido lugar cualquier otro día) porque Pablo había fijado su marcha el día siguiente”.
Johann Neander. Historiador Evangélico, History de I’Isaiblesament et de la direction de teglise chretienne par les Apotres trad. Fontanes, París 1878. Pág. 119.
“Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas”.
1ª Corintios 16: 2
Este pasaje, para nada nos habla de una reunión, un culto, una asamblea o algo parecido en domingo, si lo analizamos, llegaremos a la conclusión de que jamás se utilizó ese día para dedicarlo al Señor.
No podemos hacer decir a la Biblia, lo que no dice.
No se puede, de ninguna manera, deducir de este pasaje que las colectas fuesen hechas en domingo en las asambleas de la Iglesia, pues la idea es que cada uno pusiera aparte, en su casa, el dinero en cuestión”.
Hermann Olshausen. Teólogo Evangélico. Biblescher Comn. 1836. Pag. 766.
“Se puede comprender muy bien este pasaje (1 Corintios 16: 2) de la siguiente manera. El primer día de la semana debían poner aparte lo que hubiesen podido ahorrar, a fin de que cuando Pablo llegara, todos tuvieran preparada su contribución con las reservas hechas el primer día de la semana, y que al reunir los donativos individuales, se pudiera realizar inmediatamente toda la colecta. De esta manera se la puede considerar como ya realizada. Si admitimos este sentido, no parece que el domingo estuviese consagrado a asambleas publicas, y que durante ese día se hicieran colectas”.
Johann Neander. Historiador Evangélico. Obra ya citada, Pág. 119
“Este pasaje, para nada nos habla de una reunión,
un culto, una asamblea o algo parecido en domingo”
Ahora, Apocalipsis 1: 10
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor,
y oí detrás de mi una gran voz como de trompeta”.
Son muchos los comentaristas que insisten, que el día del que aquí se habla (Apocalipsis 1: 10), es el gran día final, que la Biblia llama “Día de Jehovah (Joel 2: 1; Amos 5: 18; Sofonías 1: 14). Por eso el pastor evangélico, Emile Guers, nos dice:
“Es el gran día de la venida de Cristo y de su entrada en el reino milenario”.
Emile Guers. Israel aux derniers gours, Ginebra 1856. Pág. 921.
“Día del Señor: Con este nombre y sus equivalentes se designa el tiempo cuando Dios intervendrá decisivamente en la historia humana. Tiene dos significados: se le describe como terrible para los que se oponen a Dios, pero glorioso para sus fieles... Se identifica en la predicación cristiana del Nuevo Testamento con el día cuando el Señor Jesús venga (1 Corintios 5: 5, cuando Cristo regrese. (Filipenses 1: 10; y 2: 16)”.
Biblia, Dios Habla hoy. S.B. de España, Segunda Edi. 1992, En el Glosario, paginas finales, Pág. 325.
Conclusión
Es un gran orgullo, como cristiano bautista, pertenecer a la Iglesia espiritual de Jesucristo, tener y transmitir las buenas nuevas de salvación al mundo, sentirse arropado por millones de hermanos de todas las denominaciones cristianas, orar juntos, sentir que todos tenemos: Un mismo Dios, un mismo Salvador y un mismo Espíritu que da bendiciones y reparte sus dones a toda la Iglesia de Jesucristo.
De igual modo, me siento orgulloso de ser bautista del séptimo día, porque creo, estoy convencido por la guía del Espíritu Santo, que esta doctrina (El sábado), rechazada por la Iglesia de Roma y olvidada por gran parte del protestantismo, debe ser elevada al lugar que le corresponde. Leamos lo que al respecto nos dicen algunos eruditos católicos y protestantes.
“Los protestantes creen y practican ellos mismos varias cosas que no se conocen mas que por el canal de la tradición. Creen que el bautismo administrado a los niños por aspersión, e incluso por los herejes es bueno y valido (...) Observan el domingo en lugar del sábado...”.
Catecismo de Montpeller. Redactado por Francois Aime, por encargo de Pouget, 2ª Parte, Nueva Edición, Paris 1773, Pág. 53.
“Que nos muestren (los protestantes) en la Biblia, tantas cosas que creen todavía igual que nosotros (los católicos) y que no se encuentran en ella; El bautismo de los niños, por ejemplo, y la observancia del domingo”.
Victor Dechamps. Cardenal Católico. Le Divinid de Jesus Christ en le chist et les antichisis dans les Escritures. 2 Ed. Paris 1861, T. 2, Pág. 215.
“Los protestantes de la reforma o del libre examen, que pretenden atenerse exclusivamente al texto sagrado, se embarullan tanto con un testamento como con el otro. Su regla es tan falsa, que se apartan de ella en puntos de capital importancia. Exigen, por ejemplo, la observancia del domingo, aunque la Escritura no ordena mas que la del sábado. ¿De donde se han sacado esta innovación? - De la tradición católica. – En la misma escuela han aprendido a bautizar a los niños recién nacidos, aunque el bautismo de los adultos sea, evidentemente, el único prescrito en el Nuevo Testamento”.
Julien Jabal. Escritor Católico. Pretexte de ne pas croire, 3 Ed. Paris, 1868. Págs. 343, 344.
“El protestantismo al no aceptar como autoridad mas que a la Biblia, ha reconocido sin discutirlas ciertas tradiciones de los antiguos concilios, como el valor de los símbolos, el bautismo de los niños, el domingo etc.”.
Jean A. Bost. Pastor Evangélico. Diccionare Histoire eccleseastique. Paris, 1884, Pág. 906.
“¿No se plantean estas cuestiones de autoridad, con acuidad, en nuestro propio protestantismo que conserva algunas tradiciones, para todas las cuales no tenemos una justificación bíblica? Nos estamos refiriendo al domingo que sustituyó el sábado, desde luego mucho antes de la reforma, al bautismo de los niños, ignorado por el Nuevo Testamento, a las diversas maneras de practicar la comunión y el ayuno.... Esas tradiciones protestantes han tomado fuerza de ley. ¿De donde les viene, podríamos preguntarnos, en consecuencia, su autoridad, sino de las iglesias y la Iglesia? Y entonces, cosa grave, la Iglesia (Católica) conserva la ultima palabra, y, si no nos andamos con cuidado, se vuelve al sistema católico por una puerta falsa”.
Louis Goumaz. Pastor Evangélico. Le Sement Vendois, 3 de Julio de 1943, Pág. 1.
Querido lector, desconozco por completo tus creencias, pero si amas a Jesús, querrás practicar todas las cosas que El te ha mandado (Mateo 28: 20).
“Nuestro Señor fue a la sinagoga el día de reposo conforme a su costumbre (Lucas 4: 16). Estar en la casa del Señor cuando su pueblo se reúne allí es un buen habito individual y familiar. Solo la enfermedad debería permitirnos interrumpirlo. Ni el cansancio, ni el trabajo, ni el placer ni el ocio. Algunos cristianos tienen más animo que otros, pero si nos ausentamos por causa del cansancio debemos acostarnos a una hora mas prudente. De lo contrario, estamos robando tanto a Dios como a su pueblo”.
Brian H. Edwards. Pastor y escritor Evangélico. Los Diez Mandamientos para Hoy, Edi. Peregrino, 2000, Pág. 191.
Ahora, después de estudiar con detenimiento la cuestión del día de reposo, el sábado de Dios, después de comprobar por ti mismo, utilizando la Biblia como guía, y la opinión de pastores, teólogos y escritores, católicos y protestantes. Que Dios tiene un día especial, y que quiere que tu seas participe de las bendiciones que trae obedecer a nuestro Dios, Te pido que ores al Señor, pidiendo sabiduría (Santiago 1: 5), que te ayude a dar el paso de seguirle y obedecerle guardando su día, que el Espíritu Santo sea tu guía, y no temas dejar tus creencias pasadas, tu creías en tu corazón que tu creencia era correcta, porque hay caminos que al hombre le parecen rectos (Proverbios 14: 12), el Señor hoy te dice: “Este es el camino, anda por el” (Isaías 30: 21).
APENDICE I
EL RESUMEN DE LOS DIEZ MANDAMIENTOS
1.- Los cuatro primeros mandamientos se resumen en: “AMOR A DIOS”.
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37 y Deuteronomio 6:5). Lea también Juan 14:21; 1 Juan 5:2-3.
2.- Los seis últimos mandamientos se resumen en: “AMOR AL PROJIMO”.
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39 y Levítico 19:18). Lea también Mateo 19:17-19.
“Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo ...” (Romanos 13:9-10).
Nota: Los dos mandamientos citados por Jesús fueron tomados del Antiguo Testamento. El primero está en Deuteronomio 6:5 y el segundo en Levítico 19:18. Vale decir que fueron dados por el mismo Dios que dio los diez mandamientos; por lo tanto, no se anulan, sino que se complementan. Los dos son la síntesis de las manifestaciones de nuestro amor a Dios y al prójimo, y los diez son el análisis o la expresión detallada de cómo hacerlo.
3.- ¿Entonces, que es lo “nuevo” del nuevo mandamiento?
Jesús dijo: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Juan 13:34).
APENDICE II
LOS DIEZ MANDAMIENTOS “ANTES DEL SINAÍ”
1.- No tener otros dioses: Jacob exhortó a su familia y los que con ellos estaban a quitar los dioses extraños, y adorar sólo a Dios.(Génesis 35:2-3).
2.- No tener ídolos: Jacob consideraba que era pecado tener los ídolos que Raquel había hurtado a su Padre, esto demuestra que ya se conocía el mandamiento que prohíbe venerarlos (Génesis 31:19-31).
3.- No blasfemar: La conducta de Esaú, relatada en Génesis 25:27-34, fue blasfema, por cuya razón en el Nuevo Testamento se lo califica como “profano” (Hebreos 12:16).
4.- Respetar el sábado: El séptimo día fue bendecido y santificado por Dios en la creación (Génesis 2:1-3). En Exodo 16:4-30 se ordena respetar el sábado un mes antes de llegar al Sinaí, lo que demuestra que el mandamiento era conocido. Transgredirlo, como lo hicieron algunos, significaba no respetar la ley de Dios (Éxodo 16:27-30). Nótese, además, que el mismo mandamiento da la razón de la observancia: “Porque el Señor hizo en seis días el cielo, la tierra ...” y porque “Por eso el Señor bendijo el Sábado y lo declaró día sagrado” (Exodo 20:11).
5.- Honrar a los padres: En Génesis es notable el respeto que los hijos de Dios mostraban hacia sus padres. En el caso de Cam, hijo de Noé (Gn. 9:20-27), nos ayuda a comprender la alta estima en que tenían al quinto mandato.
6.- No matar: La condena al asesinato, como el cometido por Caín y otros relatos en Génesis, demuestran la existencia del sexto mandamiento (Génesis 4:8-15).
7.- No cometer adulterio: El caso de Dina, hija de Jacob (Génesis 34:1-7), y la conducta intachable de José frente a la tentación a cometer adulterio (Génesis 39:7-13), indican el conocimiento del séptimo mandamiento.
8.- No hurtar: Raquel robó los ídolos de su padre (Génesis 31:19-37). La reacción de Jacob, cuando Labán lo acuso de hurto (Génesis 31:30-32), demuestran el conocimiento del octavo mandamiento. Lea también Gn. 30:31-33.
9.- No levantar falso testimonio: El incidente entre Isaac y Abimelec (Génesis 26:6-11) y el de Jacob y Esaú (Génesis 27:1-45) demuestran que la mentira era considerada una mala acción.
10.- No codiciar: El resultado desastroso de la codicia de Eva (Génesis 3:6), prueban que la codicia era pecado. La codicia de Lot (Génesis 13:11-12), manifestada en su elección, fue un pecado que le trajo una maldición.
APENDICE III
LOS DIEZ MANDAMIENTOS EN EL “NUEVO TESTAMENTO”
1.- No tener otros dioses:
Mat. 4:10; 22:37 ; 1Cor. 8:5-6.
2.- No tener ídolos:
1Cor. 10:7,14. ; Rom. 2:22; 1Jn. 5:21.
3.- No blasfemar:
Stg. 5:12; Rom. 2:24; 1Tim. 1:13,20 ; 6:1 ; Ap. 13:5-6 ; 17:3.
4.- Respetar el sábado:
Mat. 24:20 ; Mc. 2:27-28 ; Heb. 4:4,9,10 ;
Hechos 13:14,42,43,44 ; 16:13 ; 18:3-4.
5.- Honrar a los padres:
Mat. 15:4-9; 19:19 ; Mar. 7:10 ; 10:19 ; Luc. 18:20; Efe. 6:2-3.
6.- No matar:
Mat. 5:21; 19:18 ; Mar. 10:19 ; Luc. 18:20 ; Rom. 13:9 ; Sant. 2:11.
7.- No cometer adulterio:
Mat. 19:18 ; Mar. 10:19 ; Luc. 18:20 ; Rom. 13:9; 1Cor. 6:9 ;
Stg. 2:11.
8.- No hurtar:
Mat. 19:18 ; Mar. 10:19 ; Luc. 18:20 ; Rom. 13:9 ; 1Cor. 6:10;
Efe. 4:28.
9.- No levantar falso testimonio:
Mat. 19:18 ; Mar. 10:19 ; Luc. 18:20 ; Rom. 13:9 ; Ap. 21:27 ; 22:15.
10.-No codiciar:
Rom. 7:7 ; 13:9 ; 1Cor. 10:6 ; 1Tim. 6:9.
“Pues este es el amor a Dios: que guardemos sus mandamientos ...”
1 Juan 5:3
1. De la boca de Dios:
2. Escrito por Dios:
3. Escritos en tablas de piedra:
4. Puesta dentro del arca:
5. Es eterna:
6. Es completa:
7. Es santa, justa y buena:
8. Señala el pecado:
9. No debe ser borrada:
10. Es espiritual:
11. Es perfecta:
12. Es la ley de la libertad:
13. Es una delicia:
14. Cristo la engrandeció:
15. Se usara en el juicio:
16. Para siempre:
Deuteronomio 4: 12
Éxodo 31: 18
Deuteronomio 10: 3 y 4
Deuteronomio 10: 1 al 5
Salmo 111: 7 y 8
Deuteronomio 5: 22
Romanos 7: 12
Romanos 7: 7
Mateo 5: 19
Romanos 7: 14
Salmo 119: 7
Santiago 2: 11 y 12
Salmo 119: 77
Isaías 42: 21
Santiago 2: 12
Mateo 5: 18
APENDICE IV
En alguna ocasión, estudiando el tema de la ley, se aprecia una aparente contradicción en algunos pasajes, especialmente de Pablo, y es que no se tiene en cuenta, que en el Antiguo Testamento, existen dos tipos de leyes muy bien diferenciadas: A) La ley de Dios (Ley Moral o Diez Mandamientos). Y B) La ley de Moisés (Leyes rituales, ceremoniales, de alimentación etc.). Veamos a continuación las 2 leyes, comparadas, a la luz de las Escrituras.
LOS DIEZ MANDAMIENTOS O LEY MORAL
Levítico 1: 13
Deuteronomio 31: 9
Deuteronomio 31: 24
Deuteronomio 31: 26
Hebreos 7: 12
Gálatas 3: 19
Colosenses 2: 14
Juan 1: 29
Hechos 15: 24
Hebreos 7: 16
Hebreos 7: 19
Gálatas 5: 1
Hechos 15: 10
Efesios 2: 15
Colosenses 2: 16 y 17
Gálatas 3: 19
LA LEY DE MOISES
1. De la boca de Moisés:
2. Escrita por Moisés:
3. Escrita en un libro:
4. Puesta fuera del arca:
5. Era provisoria:
6. Fue añadida:
7. Nos era contraria:
8. Señala hacia Cristo:
9. Esta borrada:
10. Es carnal:
11. No perfecciona:
12. Yugo de esclavitud:
13. Una carga pesada:
14. Cristo la abolió:
15. Nadie te juzga:
16. Hasta que vino Cristo:
APENDICE V
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
LA BIBLIA
Éxodo 20: 3 al 17
I
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
II
No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las honrarás, porque yo soy Jehová, tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia por millares a los que me aman y guardan mis mandamientos.
III
No tomarás el nombre de Jehová, tu Dios, en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tome su nombre en vano.
IV
Acuérdate del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día es de reposo para Jehová, tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el sábado y lo santificó.
V
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová, tu Dios, te da.
VI
No matarás.
VII
No cometerás adulterio.
VIII
No hurtarás.
IX
No dirás contra tu prójimo falso testimonio.
X
No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
SEGÚN EL CATECISMO CATÓLICO
I
Amarás a Dios sobre
todas las cosas
II
No tomarás el nombre de Dios en vano
III
Santificarás las fiestas
IV
Honrarás a tu padre
y a tu madre
V
No matarás